jueves, 12 de febrero de 2009

ENSAYO: El Aula



Algunas reflexiones sobre el aula desde una mirada histórico-social

Por: Lic. Silvia Stefanoff

Quisiera analizar los cambios que se dieron en el aula desde su creación hasta la actualidad, tomando algunos de los elementos que lo constituyen como tal. Si bien cada aspecto puede ser trabajado individualmente, tomaré aquellos elementos que me parecieron más significativos.
Si partimos de la definición, el aula o la clase son consideradas como un espacio para el aprendizaje. Algunos conceptos son el de “la clase” como la “escuela pequeña” (Goulet, R. 1517; citado por Hamilton, D. pág.189) o el concepto actual de “aula multidimensional” (Woolkfolk, A.1999) donde convergen múltiples factores: sociales, pedagógicos, culturales, ideológicos; se fueron sucediendo una serie de cambios, pero a la vez perduraron gran parte de las primeras acciones y personajes que las caracterizaron.
Entre ellas: La figura del decurión de las escuelas jesuíticas, que era un alumno más avanzado que se encargaba de enseñar a un grupo de diez alumnos que estaban a su cargo, fue utilizado también por Comenius, Jean Amos; y hoy, podría verse representada (con algunos cambios), en la figura del alumno más experto que acompaña a sus compañeros en la realización de las tareas, en la propuesta del “andamiaje” que realiza Bruner, J. por ejemplo. Si bien los decuriones tenían una mayor autoridad frente al resto, situación que no se da en la propuesta de Bruner o de Vigotsky, L., bien podrían compararse en sus funciones.
Las aulas multitudinarias con cientos de alumnos, con los que trabajaban las escuelas jesuíticas; sigue vigente en el sistema educativo actual. No fue reemplazada, tal vez por razones económicas ya que resuelve el problema de enseñar a muchos con un solo maestro.
La idea de orden y método propuesta por Comenius,J. que aseguraba el cumplimiento de los propósitos educativos, sigue siendo de interés por parte de muchos maestros, cuando frente al desconcierto de cómo lograr mejores resultados en el aprendizaje de sus alumnos y a la vez mantener la disciplina, piensan que la solución pasa por adquirir nuevos métodos, “recetas” de cómo organizar la tarea. Las preguntas se siguen repitiendo:” ¿cómo dirigir y enseñar a una tropa de alumnos? ¿Cómo gobernarlos?”(Querrien, 1979; citado por Dussel, Carusso.1999)
El método es considerado por los maestros como garantía de buenos aprendizajes, a través del cual se soluciona la motivación y atención.
Algunos otros aspectos que caracterizaban la educación de antaño, permanecen en las opiniones de la sociedad sobre cómo debería ser la educación adecuada para sus hijos; como por ejemplo el deseo enciclopedista que de forma implícita está en el reclamo de las autoridades educativas o de los padres mismos; cuando argumentan que antes se enseñaba más y mejor y que ahora los alumnos no saben nada.
Las diferencias entre una concepción de educación pensada para los de la élite y otra para las masas, para aquellos que continuarían estudiando y serían la parte intelectual y pensante de la sociedad y la educación como propuesta básica que involucraba saber leer, escribir y realizar cálculos matemáticos que estaba destinada a los comerciantes, trabajadores manuales, que formaba la mayor parte de la sociedad, situación que en la actualidad se sigue dando en otros contextos, pero que mantiene las mismas expresiones de diferencia y muchas veces de discriminación.
Otro problema aún no resuelto es el de la selección de los textos escolares, que involucra cuestiones ideológicas y comerciales, y no como debiera, cuestiones pedagógicas y socioculturales.
También hubo cambios entre estas primeras aulas y las actuales. Uno de ellos fue la progresiva desinstitucionalización de las competencias entre alumnos, que se mantuvo hasta hace pocos años con imágenes como el “cuadro de honor”, notas más altas para los que entregaban una tarea antes que los demás, y otras prácticas propias de las aulas tradicionales. Uno de los problemas de la competencia era que no daba lugar a actitudes de solidaridad, pocas veces se podían combinar.
Pero la competencia no desapareció, sino que disminuyó de áreas como el rendimiento escolar para pasar a otras como el de la vestimenta, el de los objetos que se llevan a la escuela, entre otros.

Hoy podemos hablar de un aula que desde la propuesta didáctica intenta el trabajo cooperativo, la interacción de los alumnos, pero que sin embargo todavía busca una definición de clase o de aula que satisfaga a sus integrantes.
Los elementos analizados son parte de la trama que conforman un aula, sea esta, actual o del pasado. Surgen de las relaciones entre educador y educando, entre la demanda social y la propuesta curricular, entre lo que uno es y lo que el otro demanda.
Desde el aula de Comenius,J. o de los jesuitas, pasando por nuestras aulas y hasta las aulas virtuales de la educación a distancia, la esencia se sigue manteniendo : un maestro y un grupo de alumnos, alguien que desea enseñar y alguien que desea aprender, ”para que haya acto educativo tiene que haber intencionalidad, apetito de vínculo y promesa de transformación del ser”(Antelo, E.)[1]

Bibliografía consultada:
Cucuzza, Hector R; Pineau, Pablo. (2002)Para una historia de la enseñanza de la lectura y escritura en Argentina. Capítulo 3,4.Miño y Dávila. Buenos Aires.
Dussel, Ines. (1996) Las reformas curriculares en la enseñanza media (1863-1920) lecturas del pasado y políticas del presente. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad de Buenos Aires.
Dussel, I; Carusso , M. (1999)La invención del aula, Una genealogía de las formas de enseñar. Cap.2: El aula nace: el rol de la religión como partera. Ediciones Santillana S.A. Buenos Aires.
Ferrer Tiana, A; Sauter Ossenbach,G; Ferandez Sanz,F. otros.(2002) Historia de la educación. Edad Contemporárea. Capítulo 1: Génesis de los sistemas educativos nacionales en el mundo occidental. Universidad Nacional de educación a distancia. Madrid.
Goodson, Ivor F. Historia del currículum. La construcción social de las disciplinas escolares. Capítulos 4, 6, 7, 9.Ediciones Pomares-Corredor, S.A. Barcelona.
Hamilton, David.Monográfico: Orígenes de los términos educativos Clase y Currículum. En Revista de educación. N° 295. (1991) Ministerio de Educación y Ciencia. España.
Hebrard, J.Estudios. La escolarización de los saberes elementales en la época moderna. En Revista de educación . N°288.(1989). Ministerio de Educación y Ciencia. España.
Narodowski,M. Infancia y poder. La conformación de la Pedagogía moderna.Capítulo2: El imperio del orden. Aique Grupo editor S.A. Buenos Aires
Ortiz A.de Montoya, C. (1968) Historia de la educación y de la pedagogía. Romanticismo a nuestros días. Facultad de Ciencias de la Educación. Universidad Nacional del Litoral. Entre Ríos. Argentina.
Woolfolk, Anita. 1999. Psicología Educativa. Prentice Hall Hispanoamericana, S.A.






[1] Antelo, Estanislao. (2005)Notas sobre la (incalculable) experiencia de Educar. Frigerio,G y Diker,G.(comps) Educar ese acto político. Del Estante Editorial. Buenos Aires.

miércoles, 11 de febrero de 2009

Esta pequeña belleza es un cobayo que acompaña mis días. Es muy inteligente y cariñosa. Y junto al resto de los animalitos de mi casa, le imprimen ternura a mi hogar. Sentarme a tomar mate mientras la veo pasear y contestar (a su modo) cuando escucha mi voz, es grandioso. Yo diría que me habla, así que conversar con ella es entretenido

jueves, 5 de febrero de 2009




miércoles, 4 de febrero de 2009

¿Es importante hablar de educación?


La educación no es un tema menor. Pensar en sus fines, en los medios que se utilizarán; es necesario para comenzar la tarea de educar.


Cada vez que alguien enseña, aprende.Seguramente comienza a ver las cosas de una manera diferente al compartirlo con los demás.
No está bien aprender algo para guardarlo para sí, es necesario compartirlo.
Quien aprende es capaz de enseñar.


Hay muchas formas de enseñar, algunas más fáciles que otras, más efectivas, o incluso más económicas. Todo depende del " para quien "y "para que" de lo que se pretende hacer.

Una de las razones que se deben considerar : son los principios que nos motivan en esta tarea. Ayudar a otra persona, brindarle lo mejor de uno, es parte de este propósito; en la mayoría de los educadores.

Yo quisiera , agregar los principios cristianos.

Ver un poco más alla, de sólo intentar brindar herramientas para solucionar circunstancias cotidianas.

Me gustaría pensar en aquello que podemos brindar para la vida eterna: ayudar a tomar decisiones que lleven a la felicidad, a la salvación de nuestra alma como seres espirituales que somos.

Obviamente el recurso educativo cambia: se dejan los libros de texto y se toma La Biblia, la palabra de Dios como mensaje de salvación para el hombre.

Con ello no nos salimos de la educación, todo lo contrario, creo que nos centramos en lo más importante.

Todo lo demás se agrega estratégicamente, pero complementariamente.


¿Que es más importante que aprender y enseñar del amor de Dios?

Cambiaríamos como sociedad si aprendieramos y enseñáramos más de Dios.

Y no lo digo utópicamente, lo digo en forma práctica, en el diario vivir.

Dios, no es religión, no es una denominación religiosa. Dios es santidad. El que quiere ayudarnos en todo, porque sabe como hacerlo. Quiere enseñarnos como vivir.


El acto de enseñar, para nuestra sociedad esta relacionada con una profesión; pero además es un acto de amor.

Enseña quien quiere dar lo mejor, quien quiere revelar el "secreto". No hay maestros egoistas. O por decirlo de otra manera, si alguien es egoista no es buen maestro.
Cristo fue maestro y dio incluso su vida.


Pensemos en una cocinera, que revela el secreto de una excelente receta, a su hija ,de la misma manera que lo hizo su madre con ella. En este acto, hay alegría.

Alegría al ver como lo que aprendió , otra persona también lo quiere, y se lo demanda.


Hay modificaciones: tal vez la abuela incluía otros métodos de cocción (imaginemos que cocinaba en la cocina a leña) mientras que ella lo hacía en la cocina a gas y tal vez su hija en el microondas. Pero de igual manera la receta se enseña, se aprende y se mejora de maestro en maestro.


Hoy escuchamos quejas que acusan a los alumnos de no querer aprender. ¿no será que los que deben enseñar ya no quieren hacerlo? Tal vez se volvieron egoistas y sólo le tiran un "recetario" pero no comparten el proceso que le imprime voluntad, interés y amor a la tarea.

Pasan tantas ideas por mi cabeza cuando lo planteo desde este punto de vista. Mis pensamientos van más lejos que las materias escolares; se remontan al diario vivir, a encontrar encanto a los vínculos familiares, a las cosas importantes de la vida: sentirse compadecido por el "otro" que está a nuestro lado y que prácticamente no vemos.


La educación lo envuelve todo. Por eso quien quiera destruirla sabe lo que hace, no actúa con inocencia. Así también quien la valora, valora la vida.

Por: Lic. Silvia Stefanoff